Una de las obras más importantes e influyentes de
cuantas se escribieron sobre la idea federal en el siglo XIX, Du Principe fédératif ou de la nécessité
de reconstruire le parti de la Révolution de P.-J. Proudhon, cumple 150
años en 2013.
Para los estudiosos de la idea
federal se trata de un libro de notable importancia. Importante porque es uno
de los primeros ensayos teóricos en Europa sobre la idea federal. Su
influencia, como se sabe, será grande en Italia, España, Francia (el
federalismo personalista) y en otros muchos países. El Principio
federativo es una obra que se sitúa en lo que será históricamente el
tránsito del original y viejo paradigma confederal (la federación como unión
de Estados o Pueblos) hacia el federal (la federación como especial formación
de un Estado o Pueblo), y su interés, como reflejo que es de esa antigua concepción
del federalismo, y rechazo de los fundamentos de la nueva (el principio de la
nacionalidades, el Estado nación, etc.), es grande. El Principio
federativo es así una de las más decididas defensas del federalismo
pactista, como modelo confederativo y siempre asociado a la Democracia
(contrariamente a la tesis que hace del confederalismo un modelo opuesto a la
Democracia), asociada siempre ésta, a su vez, a la noción de autonomía y
autogestión de lo que Proudhon llama “grupos naturales y funcionales de
asociación”.
Importante también lo es el Principio
federativo porque, al revés de lo que pasa con otras teorías del
federalismo, que nacen ya viejas, la de Proudhon sigue conservando, a pesar
de sus 150 años, un indiscutible frescor juvenil. La lectura del Principio
federativo aporta aún hoy pistas de reflexión valiosas para pensar tanto
el federalismo europeo (hoy encallado), como el federalismo en el marco del
derecho público o estatal; para pensar y repensar también, en el contexto
global de crisis económica, nuevas y más justas maneras de relacionarse,
producir e intercambiar; en fin, nuevas y quizás más realistas (más humanas o
a altura del hombre, como diría Alexandre Marc) maneras de repensar el lugar de
la cultura en nuestra relación con lo político y lo económico en democracia,
hoy incomprensiblemente en manos de agentes financieros y actores
internacionales carentes de legitimidad democrática[i].
El Principio federativo es pues una obra de indudable valor, todavía
hoy. Proudhon se quejó durante años de las incomprensiones que generaba la
idea federal, del pobre conocimiento que se tenía, en su país sobre todo,
pero no sólo, del federalismo, y de su injusta desconsideración como medio
útil y justo de organizar las relaciones sociales, políticas, económicas. Han
pasado 150 desde la publicación del Principio federativo y no parece, justo
es reconocerlo, que las cosas hayan cambiado sustancialmente. Pero por esa
misma razón el Principio federativo
sigue siendo hoy uno de los mejores libros para tratar de entender el
principio del federalismo.
Me permito remitir a la traducción que hice de
este libro y de La Fédération et l’Unité en Italie en
2011 (P.-J. Proudhon. Escritos
federalistas, ed. Akal,
Madrid), precedida de un amplio estudio introductorio.
Jorge Cagiao y Conde
|
[i] He tratado este
último punto en « Pour une approche sociologique du fédéralisme », Trentenaire de la Société P.-J. Proudhon,
Archives Proudhoniennes, París, 2012, pp. 83-104.
No hay comentarios:
Publicar un comentario