Lo he venido explicando en este
blog y otros trabajos académicos (ver por ejemplo , ¿Federalismo sin
federalistas?... http://www.revuemiroirs.fr/links/Article4.pdf
): el federalismo, en contextos plurinacionales conflictivos puede pasar por la
secesión o la independencia. Digamos más bien por la amenaza de que podría llegar
la secesión o la independencia si no se alcanzan acuerdos que la eviten.
Los recientes acontecimientos
en Escocia, con el primer sondeo que dio el YES ganador el pasado fin de
semana, y la previsible reacción de la campaña por el NO, pareciendo aceptar
ahora lo que en un primer momento rechazó (una opción sobre un mayor
autogobierno: la DEVO MAX), hacen buena nuestra previsión inicial: el
federalismo puede pasar por la independencia. Se ve claramente: lo que los unionistas británicos
desecharon inicialmente, quizás con cierta arrogancia o exceso de confianza,
pensando también quizás que el YES no podía sino fracasar, es a lo que ahora
empiezan a agarrarse. Empiezan ahora a entender que el federalismo tiene sus
virtudes, y entre las primeras evitar un desenlace todavía peor para los
unionistas que el que representaría una eventual solución federalista.
Todo está aún en el aire, pero
podemos considerar que el YES ya ha ganado. Y ha ganado por muchas razones
(poner en la mesa el debate sobre el modelo de sociedad no es la menor).
Principalmente porque la opción que parecía querer imponer el Señor Cameron, la
del statu quo, parece ya haber perdido. Habrá independencia o profundización
del autogobierno de Escocia. La opción de no hacer nada ha salido de la agenda política.
Y mientras tanto, a tres de una
Diada que será histórica (¡lo es ya!) y llenará las calles de Barcelona, ¿qué
hace el Gobierno español? Y ¿qué hacen los “federalistas” españoles? Todo
indica que, como los unionistas británicos, seguirán creyendo hasta el final en
el fracaso tanto de la movilización social catalana el 11 de septiembre como de
la consulta. E irán, no les quepa la menor duda, a hacer el indio a Tarragona.
Para todos aquellos catalanes
que rechazan el statu quo, y desean un cambio, ya sea en el sentido de una
profundización de su autogobierno (federalismo), ya sea la independencia, el
consejo que puedo dar es llenar las calles de Barcelona y apoyar
incondicionalmente la consulta. Si la movilización sigue o aumenta, el caso
escocés lo muestra, los unionistas españoles acabarán aceptando a regañadientes
lo que hasta ahora han rechazado sistemáticamente.
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